26.7.06

Soneto (bah es que sonamos...)

Tu imagen flota en la mañana de oro
con la rosa y el aire confundida;
no hay batalla de lágrimas, no hay lloro,
vivo entre tu llegada y tu partida.
Tu voz suena en el cauce de mi oído
y traspasa el camino de la ausencia;
no hay distancia de tiempo dolorido:
en toda cosa late tu presencia.
Estás en mi cumplido itinerario
como el árbol mil veces repetido,
el árbol, numeroso y solitario
con su ofrenda de pájaro y de nido.
Eres mi sombra fiel, mi clara sombra,
la voz que se adivina y no se nombra.

("La voz innominada", Maria Hortencia Lacau)

Emiliando a las 10:38 a. m.

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