La cucina
Resulta tonto pero siempre estoy pensando en escribir en el blog pero no lo hago. El problemita es que, ante la página en blanco, me quedo idem (en blanco).
El manual del buen blogger(?) recomienda fotografiar todos esos buenos momentos (kodac o no) que bien valgan penar un post.
Entonces yo foteo todo, bah antes del blog también lo hacia. Y las fotos, la captura de ese momento único queda sólo para mi beneplácito personal. Pues el post no asoma!
Es asi como hay fotos que no sé dónde publicar. Por ej. ésta, de mi masa.
El manual del buen blogger(?) recomienda fotografiar todos esos buenos momentos (kodac o no) que bien valgan penar un post.
Entonces yo foteo todo, bah antes del blog también lo hacia. Y las fotos, la captura de ese momento único queda sólo para mi beneplácito personal. Pues el post no asoma!
Es asi como hay fotos que no sé dónde publicar. Por ej. ésta, de mi masa.
El fin de semana pasado, a pedido de una amiga, amasé y preparé pizza rellena. No hay fotos posteriores, no puedo cronicar cómo quedaron las pizzas porque... se las comieron demasiado rápido!
Me encanta cocinar y mucho más me gusta hacerlo para la gente querida.
Como argentina, la comida es algo importante y siempre es fuente inagotable de encuentros. Si no hay excusa para reunirse, se inventa. O cualquiera te puede prestar un motivo! Y sinó, simplemente las ganas.
Preparar algo rico (vale la pena aclarar que a veces no todo sale a pedir de boca...) parte de un deseo, propio o ajeno. Y comienza mucho antes de entrar a la cocina. Toda preparación tiene un o varios destinatarios y parte de una receta usualmente legada por alguien no menos especial.
Además, no soy un gourmet pero el comprar los ingredientes, el dónde y el qué son fundamentales, pues sin calidad no hay buenos resultados.
Luego, a disfrutar! Disfruto del adueñarme de la cocina y, cual mágico alquimista dedicarme a las elucubraciones culinarias, acompañada sólo por la buena música y mi mundo interior.
De esta manera es como gocé esta luminosa mañana de domingo preparando mis empanadas. Si, disfruto más el prepararlas.
Como la receta de la pizza rellena que pertenece a un amigo muy querido que, desgraciadamente, ahora tengo lejos y toda pizza me recordará las risas y los buenos momentos compartidos. Ni qué hablar de las empanadas que tanto me recuerdan a mi abuelo ("la empanada más rica es la que se come en la puerta del horno") y el toque mágico de mi abuela realzando cualquier preparación.
Ahora que lo pienso, tal vez el cocinar se ha convertido para mi en una forma de compartir con los que ya no tengo cerca.
Emiliando a las 10:28 p. m.
1 Comments
UYY que pintra esas empanadassss! De aca no estas tan lejos, por que no te das una vueltita y nos comemos unas empanadazas? Nosotros ponemos el vino frances...
Y si, es un modo de compartir con los que estan lejos y a veces estaria tan bueno que esten cerca!
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