Emiliando

Van Gogh, el Quijote y un cacho e´curtura (?) o cualquiera no más...

CAMINO A LA LUZ

Jóvenes cañadones de la última creciente
poblados de ausencias,
que en el soplo cálido
de un zonda otoñal,
encaminan el paso
perdido y errante
de quien busca verdad.
Senderos polvorientos,
de solitarios silencios
acompañan al perdido
desesperado peregrino,
que en resoplados suspiros
marcha hacia destino.
Ser insatisfecho
que busca y demanda
poseer el horizonte,
arrebatarse de soles,
contemplar el cénit,
aclarar en él las ansias
que conducen al error,
a opresión de anhelos
y grande desilusión.
Senderitos quebrados,
en greda formados,
caminitos resecos,
desiertos de montes,
cubiertos de cactos,
en lastimosa pendiente,
en tramposas salientes.
Caminitos sin huella,
senderitos sin mella,
encaminando ilusiones,
encauzando visiones,
del eterno insatisfecho,
que libre de armadura
empecinado marcha.
Caminante esforzado
compensado con auroras
soñando, paso a paso,
esbozos de horizonte.
Amando, paso a paso,
cada paso sugerente
abarcando rastrojos
sumando vehemente
sutiles destellos
de ocasos resecos
sin perder por ello
lo venidero y pleno
de gozar el horizonte,
alborotarse de vientos
encenderse de luces
abarcarse inmediato
áspero al tacto
etéreo y opaco
difuso y cambiante
en eterna vigilia
como todo pensante.
Siempre anhelante,
siempre expectante,
siempre hacia oriente,
buscando salientes,
sorteando pendientes,
soñando el recodo,
imaginando la senda,
que esconde el balcón,
que oculta la cima,
el fin de la ascensión.
Contemplar el sol
gozar del horizonte
alborotarse de vientos
encenderse de luces
llenarse de vértigos
despojarse del cáliz
abrirse de ocasos
entregarse a la luz.

Emiliando a las 11:52 p. m.