27.9.06

"Hace un tiempo, después del tradicional almuerzo del domingo, Denise nos confió que pensaba que, aunque se muriera vieja, pero muy muy vieja, no le quedaba mucho tiempo. Y nosotras le constestamos, como siempre, que era mejor esperar, porque ya habiamos reservado el hotel Crillon para sus cien años. Pero ella nos aconsejaba siempre que no pagáramos la reserva, por las dudas… Ese era el espiritu de Denise : lúcida, siempre lista, tranquila, fortalecida por su fé. Nosotros la creíamos inmortal, pero ella tenía razón.

Hoy hemos venido para decir adiós a nuestra querida Denise : los que vivimos en Paris, los que vienen de lejos, y a veces de muy lejos, incluso los que no han podido venir, pero cuyo pensamiento, cuyo amor y plegarias nos acompañan hoy.

Como siempre, su vida habrá sido un ejemplo de distinción, hasta el final. Tuvo la elegancia de partir sin hacernos sufrir demasiado : en silencio, sola, sin quejas, sin temor. Durante mucho tiempo nos hizo créer que éramos nosotros los que nos ocupábamos de ella. Y ahora, sin ella, tomamos conciencia de nuestra propia soledad. Ella éra nuestra brújula, nos permitia dispersarnos en nuestras vidas complicadas, porque siempre volviamos a lo esencial : a enriquecernos en su casa de su dignidad, de su rigor, de su generosidad. Incluso en nuestro dolor, nous alegramos de su recuerdo.

De ahora en más trataremos de mostrarnos a la altura del honor que nos hizo al darnos su amor y su amistad. Y haremos nuestras sus palabras : que la mejor manera de no estar tristes es de no escucharse a si mismo sino de escuchar a los demás, y que las personas que llevamos en nuestro corazón son eternas.

Por todo lo que nos ha aportado, por todo lo que nos enseñó de la vida, por su sabiduría, le decimos hoy, de todo corazón : Gracias Denise."



Hasta siempre queridísima Tatá, entrañable Tatayín!

Y gracias in aeternum a Susana que me permite compartir el adiós a Tatá

en sus sentidas y tan acertadas palabras.

Emiliando a las 11:00 p. m.

free web page counters