Maratónico domingo
La mañana despertó radiante, asi como mis ganas.
La expectativa y los nervios eran muchos. Tantos dias preparándonos para hoy!
Casi no desayuné por apurar a los demás y al fin! ponernos en camino hasta el parque.
En el punto convenido, la seño nos esperaba con con todos los adminículos para la batalla...
La ansiedad era grande y esperar con paciencia a los chicos que faltaban se hizo eterno. Pero vino bien la espera para comenzar con el ritual de la fotos recibir el aliento de mi hinchada personal.
La expectativa y los nervios eran muchos. Tantos dias preparándonos para hoy!
Casi no desayuné por apurar a los demás y al fin! ponernos en camino hasta el parque.
En el punto convenido, la seño nos esperaba con con todos los adminículos para la batalla...
La ansiedad era grande y esperar con paciencia a los chicos que faltaban se hizo eterno. Pero vino bien la espera para comenzar con el ritual de la fotos recibir el aliento de mi hinchada personal.
Entrar al estadio abierto fue contemplar con la boca abierta todos esos niños, toda esa gente...
La espera fue larga, éramos muchísimos chicos! Por lo que esperamos sentados en el césped nuestro turno para ubicarnos en la largada
La espera fue larga, éramos muchísimos chicos! Por lo que esperamos sentados en el césped nuestro turno para ubicarnos en la largada
Y al fin! nos nombran por los altavoces! Llegó nuestro momento para competir. Desde las gradas sentíamos el barullo que hacia nuestra hinchada. Todos los girasoles de la salita de 4 años salimos corriendo tan rápido que la foto de mi tia sólo pudo registrar la parte de atrás de una de mis zapatillas y la guata de un señor meterete e ignoto.
El sol del medio dia contempló campeones a los girasoles y justos merecedores de trofeo y medalla. Desde la tribuna, nuestra hinchada rugia...
Emiliando a las 9:29 p. m.
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