14.7.05

Algo para compartir

Hola Renata!
Aunque no comento mucho, desde hace un tiempito leo tu blog. Lo descubrí o llegué a él gracias a el Mar Azul.
Recuerdo que desde la primera vez que entré, cuando vi que te llamabas como te llamás (me gusta la redundancia (?) ) pensé en la única Renata que conozco.
Una chica que me cae muy bien pero que no es mi amiga, no es alguien muy cercano a mi y, además, vive lejos.
En un comment expresé éso y blah. Hago historia por si no te acuerdas.
Pero ahora queria contarte que me pasó algo muy fuerte cuando entré la semana pasada a tu blog.
Estaba tonteando en mi pc, contestando un mail a una amiga y por equis cosas recordé a la Renata que conozco y pensé en cómo estaria, cómo se sentiría en esos momentos. Y, tal vez, pensando en acercarme a ella recordé tu blog y en un simple click estaba ahi.
Me encontré con que justo habias publicado ésto:
"Y yo me acerco
Y volver a verte
Y rodar vertiginosamente buscando refugio, para evitar algún segundo intenso que desorganice varias ideas que ilusamente creo fijas
Otra vez sin poder controlar los impulsos, Otra vez buscando aire en algún suspiro que desea regularizar la respiración que cortas.
Y más, cuánto más...hasta que empiezo a restarte...hasta que trabajo en esconderte..hasta que te invento, pero aún sigo corriendo, con lo poco de aire que me dejas...."

(Inside your bloody Soul)
Yo pensaba en la Renata que conozco porque acababa de enterarme que habia muerto su madre. Una persona bellísima, una loca linda, cariñosísima y tan querible!
Ella hacia tiempo ya que estaba mal, tenia problemas respiratorios y desde hace mucho el oxígeno era su mejor compañía.
Renata vive en xxx y no tuvo tiempo de llegar a despedirse de su mamá. Aunque tenian una relación envidiable, la distancia de los seres queridos también es una herida que sangra.
No sé si con estas palabras logro transmitirte algo de la historia y el bagaje que traia antes de mi lectura y que se impregnó con tus bellas palabras.
Y lo que sentí al leer tus palabras se potenció mas allá de la emoción. Tal vez porque mi padre tiene también problemas respiratorios y hay tanto en común que conozco el sentimiento o simplemente... no sé.
Raro. Fue muy raro todo. Hasta leer esas palabras escritas por una Renata.
Espero que no pienses que estoy para el psiquiátrico. Sólo quise contarte lo que me pasó y hasta dónde pueden llegar las palabras.
Un beso enorme,

Emiliando a las 1:06 a. m.

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