Treinta de Enero
No es cualquier fecha.
Hace catorce años se dormía para siempre mi abuelo.
Y fue un dia raro. Me sentí adulta y empecé a quererlo de otra forma y mas si se pudiera.
Hace dos años, la sorpresa. Un treinta de enero de bochornoso calor.
Un llamado y la ansiedad y las piernas flojas del encuentro.
Cincuenta grados a la sombra, record de temperatura ambiente y de la otra.
Treinta de enero del dos mil cinco, record de frio en el ambiente y en el alma.
Siete grados dicen en la tele. Lo proclaman el invierno del veranito.
Y llegó para agrandar la familia: Pedro.
Ternurita de manos grandes y otro Tristán pero en chiquito.
Casualidades?
Distintas emociones y amores.
Y sólo una fecha.
Dejo constancia de que este post fue editado (aprendiiii!!!) debido a la sugerencia de Virginic. La que además de expresar que ésto es una boludez (snif...) dijo que estaba mal redactado (y tenia razón... snif bis)
Emiliando a las 7:56 p. m.
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