15.3.06

Querido Blog

Estoy volviendo de donde nunca me fui.
Tal vez tratando de volver a la normalidad (eh? lo qué??)
O quizás simplemente sea que estamos inaugurando nuevas rutinas para la cotidianeidad.
Pero no quiero rutinas! Hay cosas que no quiero cambiar sólo por la ilusa creencia de que hay que perder, negarse o privarse de algo para mejorar.
Puedes pensar lo que quieras pero mejor tratá de entenderme.



Porque no engraso los ejes
me llaman abandonao...
Si a mí me gusta que suenen,
¿pa' qué los quiero engrasaos?
Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiao largo el camino
sin nada que me entretenga.
No necesito silencio,
yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso más.
Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar... ("Los ejes de mi carreta", Atahualpa Yupanqui)





Sin métodos. Probemos.
Fijate que ni el camino mas largo ni el más corto nos garantizan nada.
Y los confites no entran en la letra chica de ningún contrato o promesa, pero parece factible ir cobrándolos en cuotas, dia a dia. Sólo tenemos el hoy, no? y el mañana depende de este hoy.
No es cuestión de finales felices sino del dia a dia. Del hoy.
Y si los ejes suenan... disfrutemos el ritmo y la cadencia con que lo hacen.





eh? Cabeza dura, yo? Nno, no, no. Debe ser la herencia vasca(?)





NOTA: CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA

Emiliando a las 11:40 p. m.

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